viernes, 14 de febrero de 2014

"Reseña de atacames"

                                                         historia de atacames 

Atacames es una ciudad ecuatoriana, capital del cantón Atacames en la Provincia de Esmeraldas. Está ubicada en la zona occidental de la provincia, al noroeste del país, con una población de 15.463 habitantes, siendo la cuarta ciudad más poblada de la provincia.
Atacames es famosa en todo el Ecuador por poseer la playa natural más grande del Ecuador y una de las más cercanas a Quito; por lo que la mayoría de los habitantes de esta ciudad hacen de este balneario uno de los más concurridos y populares del país. Cuenta con la planta hotelera más grande del país. Muchos quiteños visitan sus playas el fin de semana y en la época de verano, sobre todo en la parroquia de Tonsupa, en donde se encuentran docenas de exclusivas torres con sus apartamentos de veraneo. La afluencia de extranjeros es constante durante casi todo el año.

Época prehispánica y conquista

El asentamiento de Atacames estuvo poblado durante el período colonial por la etnia de los atacames que parecen haber compartido la misma lengua y cultura con los esmeraldeños. Según el historiador ecuatoriano Federico González Suárez las tribus que poblaron la provincia no fueron dominadas por la invasión de los incas y permanecían independientes cuando los españoles llegaron desde Panamá. Bartolomé Ruiz llegó al lugar el 4 de septiembre de 1526, descubriendo que Atacames era el poblado más grande de la zona. Francisco Pizaro pasó por Atacames en 1531. En 1560, el capitán Juan de Olmos, de Portoviejo, llegó de Portoviejo con 100 soldados y fundó Atacames sobre el poblado indígena que encontraron los españoles en 1526. Los misioneros Miguel Cabello y Juan de Cáceres construyeron la primera capilla y algunas cabañas en 1577. Por una epidemia en 1589, la capital de la Gobernación de Esmeraldas pasó de Esmeraldas a Atacames interinamente.1

Combate naval de Atacames

Se libró en la bahía de Atacames, los días 1 y 2 de julio de 1594, entre españoles e ingleses. El barco inglés The Dainty, comandado por sir Richard Hawkins, se presentó en el puerto de Chincha el 4 de junio, retirándose al notar que los españoles se preparaban para el combate.
Los españoles, que vigilaban al corsario, enviaron tres naves con 74 cañones y 300 tripulantes comandadas por Beltrán de Castro, que salieron del puerto de El Callao en su persecución. El 1 de julio, al doblar la punta de Súa, junto a Atacames, los españoles encontraron al The Dainty, contra el que iniciaron un combate que tuvo que suspenderse al llegar la noche, continuándo la mañana siguiente. El barco inglés fue abordado y la tripulación se rindió con la condición de que se respetara sus vidas.
Los ingleses, que eran 120 según historiadores españoles, o 75 según el capitán del The Daínty; tuvieron en sus filas 27 muertos y 17 heridos. Los ingleses fueron llevados a Lima, donde al enterarse de la noticia del triunfo, el 14 de septiembre, se celebraron grandes fiestas. Se habló de quemar a los piratas como herejes, pero no se hizo y Hawkins fue enviado a España donde fue a prisión por un largo tiempo.2
Este combate fue inmortalizado por el famoso escritor Lope de Vega en su Dragontea; por Luis Antonio de Oviedo en el poema Santa Rosa de Lima, y por Pedro de Peralta Barrionuevo en su Lima fundada.

Siglos XVII Y XVIII

En 1740 Atacames no tenía sino 24 familias, es decir un centenar de habitantes, (120 personas) demostrando que se había despoblado en relación a los 200 habitantes de 9 años antes. En ese grupillo dos familias, los Vallejo y los Luna, se consideraban nobles en el pueblo, que siendo el más importante revela unas 10 familias blancas, unas 10 de indios y apenas 4 familias negras: las de Pedro Coerpa, Juan Jame, Salvador Manguanche y la de Manuel Peleagozo, que son sin duda los apellidos negros o afro?mestizos más antiguos de la provincia y que de seguro se remontarían a 1640 y en el caso de los Manguanches posiblemente al grupo de Illescas. 3
La falta de caminos seguros mantuvo a la provincia aislada hasta fines del siglo XVIII. El primero que trabajó en la empresa de comunicar Esmeraldas con la sierra fue don Pedro Vicente Maldonado que dedicó siete años a abrir un camino de herradura que partía desde Cotocollao y continuaba por Nono hasta establecer un embarcadero en la confluencia de los ríos Caone y Blanco, mérito que lo convirtió en el único Gobernador y Teniente de Atacames, recibiendo el título en nombre del Rey Felipe V de España. Tenía 2.000 habitantes y la capital era la antigua población de Esmeraldas, que se ubicaba en el punto donde el río Viche desemboca en el río Esmeraldas.

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